La Sala Penal analizó el recurso de impugnación especial presentado por la defensa de un procesado condenado por herir con machete a un perro en zona rural de Santander. La defensa alegaba inconsistencias en los videos y en la cronología, cuestionaba la credibilidad de la testigo presencial (hermana del acusado) y sostenía que el animal “no aparecía” en las grabaciones.

Tras contrastar testimonios policiales, reportes del CTI y las historias clínicas veterinarias, la Corte concluyó que la agresión quedó plenamente acreditada: la lesión “cortopunzante” causó fractura de cráneo y secuelas permanentes. Las dudas invocadas por la defensa carecían de sustento técnico y no superaban el estándar de in dubio pro reo.