La Corte Constitucional examinó la tutela presentada por un técnico despedido por Aggreko Colombia S.A.S. dos semanas antes del nacimiento de su hija. Aunque la compañía sabía del embarazo —el trabajador lo notificó por chat y correo—, argumentó que la madre no había demostrado estar desempleada antes de la terminación del contrato, requisito que el juzgado de primera instancia consideró esencial para activar el fuero de paternidad.

Al revisar el caso, la Sala Octava recordó que el numeral 5 del artículo 239 CST nunca pretendió imponer pruebas imposibles ni mucho menos trasladar la carga al trabajador. Apoyándose en la T-259-2024 y en la reciente sentencia C-517-2024, reiteró que la declaración de “falta de empleo formal” puede allegarse incluso después del despido y que el fuero protege la dignidad familiar por encima de formalismos.