El trabajo de partición y adjudicación es un procedimiento notarial mediante el cual se realiza la distribución de los bienes de una sucesión entre los herederos. Este trámite puede adelantarse tanto en casos de sucesión intestada (cuando no hay testamento) como en sucesiones testadas, cuando el reparto requiere formalización legal.

La figura cobra especial relevancia en contextos donde los herederos han llegado a un acuerdo sobre la repartición, permitiendo acudir a la notaría para evitar un proceso judicial. La intervención de un abogado es obligatoria, tanto para la asesoría jurídica como para la elaboración del trabajo de partición que se elevará a escritura pública.

📌 Pasos generales del proceso

1. Presentación de la solicitud: Uno de los interesados, mediante apoderado judicial, presenta la solicitud ante notaría para iniciar el proceso.
2. Partición y adjudicación: A partir del acuerdo entre herederos y el avalúo de los bienes, se elabora el trabajo técnico y jurídico de reparto.
3. Escritura pública: El notario autoriza la escritura que formaliza la adjudicación de los bienes a los herederos.