RAZONES POR LAS QUE MOCKUS NO PERDIÓ SU INVESTIDURA

El Consejo de Estado no encontró pruebas de una inhabilidad ni por el caso del contrato entre Corpovisionarios y la Agencia de Cundinamarca para la Paz y el Posconflicto, ni por haberse bajado los pantalones en el Congreso Al Consejo de Estado llegaron varias solicitudes de pérdida de investidura que fueron acumuladas y que se pueden dividir en dos temas: El primero trataba de una presunta inhabilidad por haber intervenido en la gestión de negocios ante entidades públicas, o en la celebración de contratos con ellas dentro de los seis meses anteriores a la elección. Contrato de Corpovisionarios Según los demandantes, Mockus estaba inhabilitado para ser congresista porque "gestionó, participó e intervino" en la celebración de un convenio entre Corpovisionarios y la Agencia de Cundinamarca para la Paz y el Posconflicto por 428 millones de pesos, al aparecer en ese momento como presidente y representante legal en la entidad sin ánimo de lucro. Sin embargo, el Consejo de Estado no encontró pruebas que sustentaran tal afirmación. Primero, porque no encontraron una gestión directa de Mockus para lograr el contrato y, segundo, porque tampoco lo firmó. Quien actuó como representante legal fue Henry Murrain Knudson, director ejecutivo de Corpovisionarios, quien "contaba con total autonomía para celebrar contratos hasta por 1.400 salarios mínimos legales mensuales vigentes", porque desde 2014 el presidente de Corpovisionarios trasfirió al director ejecutivo la facultad de celebrar contratos hasta ese monto máximo. Y el contrato con la entidad pública no lo superó. "Para que se hubiera configurado la causal por celebración de contratos con entidades públicas dentro de los seis meses anteriores a la elección, se debió acreditar bien que el señor Antanas Mockus Sivickas suscribió directamente los convenios de asociación con la ACPP o la UAESP –aspecto que, como se analizó no ocurrió– o que él era la persona encargada de la prestación del servicio contratado", se lee en la sentencia del Consejo de Estado. También quedó sin piso que Mockus hubiera actuado por interpuesta persona, es decir, que hubiera utilizado a Murrain Knudson para beneficiarse. Esto, dice el alto tribunal, porque el contrato fue suscrito directamente por Corpovisionarios a través de su director ejecutivo, que era uno de sus representantes legales, "por lo que no puede hablarse de mandato, simulación o contratación por interpuesta persona". Tampoco quedó probado que ese contrato que se firmó hubiera beneficiado a Mockus en su elección como congresista o a un tercero. Sobre todo cuando suscribió el convenio una corporación sin ánimo de lucro en "beneficio de un interés general". Además, los testimonios también le dieron la razón a Mockus. Por ejemplo, los demandantes aseguraban que una de las pruebas de la participación de Mockus en el proceso fue una carta que envió la Agencia de Cundinamarca para la Paz y el Posconflicto dirigida a Mockus. John Alexander Criollo Vargas, sub gerente técnico de la agencia, aseguró que no conocía a Mockus y que él escribió la carta invitándolo a que presentara una propuesta para el desarrollo del convenio "porque en la página web de la corporación aparecía aquel como su presidente", pero que nunca se reunió con él ni fue a las instalaciones de la entidad pública. Mockus, en su versión, reiteró que él no intervino en "nada a lo relacionado con ese proyecto". El Consejo de Estado también desestimó que el convenio se hubiera llevado a cabo gracias a la figura de Mockus en Corpovisionarios. "No se puede colegir una intervención tácita del congresista demandado, basada en su good will o buen nombre, como alegan los solicitantes, por la imposibilidad de crear ficciones analógicas sobre un supuesto hecho notorio indiciario, pues es bien sabido que este medio de prueba debe ser auxiliado por otro de naturaleza directa", se lee en la sentencia. El segundo tema por haberse bajado los pantalones en plena instalación del Congreso por considerarlo un "acto impuro". El caso de los pantalones Los demandantes también solicitaron la pérdida de investidura de Mockus porque el día de la posición del Congreso se bajó los pantalones y mostró sus "posaderas a todas las personas que estaban en el Capitolio Nacional, incluidos los parlamentarios, mujeres y niños", acto que calificaron de “impuro, inmoral, falto de ética, vulgar y obsceno”. A los demandantes les pareció una falta de respeto que rayaba con su cargo como congresista. Sin embargo, ese acto “indecoroso” no constituyó la pérdida de investidura, el Consejo de Estado consideró que ese tema le corresponde a la Comisión de Ética del Senado evaluarlo. Tras la sentencia del Consejo de Estado, los demandantes apelarán. "En este proceso se da el fallo de primera instancia, para lo cual hay diez días para apelar. Es un proceso con aspectos subjetivos que seguramente influyen en las decisiones a tomar", aseguró el abogado José Manuel Abuchaibe. A Mockus no solo le ha dado la razón en este caso el Consejo de Estado, sino el Consejo Nacional Electoral, donde se concluyó que para la configuración de la inhabilidad no podría bastar la sola mención de un nombre en el certificado de existencia y representación legal de la Cámara de Comercio de Bogotá, “puesto que para determinar si operó o no la misma era necesario el desarrollo de un proceso judicial en el que se pudieran debatir y controvertir las pruebas aportadas”. FUENTE www.semana.com