SP258-2020 Corte Suprema de Justicia

La Honorable Corte Suprema de Justicia en sentencia SP258-2020 realizó importantes precisiones sobre el tipo penal de FALSEDAD MARCARÍA, al igual que desarrollo su evolución jurisprudencial. En primer lugar, la corte estipulo la diferencia entre los delitos de uso de documento público falso y falsedad, marcaría realizando la siguiente precisión: las conductas delictivas examinadas son esencialmente idénticas en los que refiere a la acción penada (con la diferencia entre las alocuciones usar y aplicar, sobre lo que se volverá más adelante), y se distinguen básicamente por el objeto sobre el que recaen, esto es, un documento público relacionado o no con medios motorizados, por un lado, y una marca, contraseña, signo, firma o rúbrica oficiales, relacionados o no con un sistema de identificación de medios motorizados, por el otro. Con respecto a la Falsificación marcaría acotó: La falsificación, utilización o aplicación de placas vehiculares, tiene la doble connotación de documentos públicos relacionados con medios motorizados y marcas oficiales identificadoras de vehículos automotores. En efecto, el artículo 2° de la Ley 769 de 2002, por la cual se expidió el Código Nacional de Tránsito, las define explícitamente como: «documento(s) público(s) con validez en todo el territorio nacional». Además de ello, las placas vehiculares corresponden en todo a la definición de documento consagrada para efectos legales en el artículo 294 de la Ley 599 de 2000, en tanto (i) son una expresión de persona conocida, (ii) recogida en un medio impreso y (iii) incorporan datos con capacidad probatoria. Su naturaleza de públicos u oficiales deviene de que son expedidos por una autoridad administrativa. No obstante, las placas también tienen la naturaleza de marcas, entendidas estas como: «señal(es) usada(s) para… identificar», ora como «cualquier señal usada para conocer una cosa o para identificarla», o bien, como «instrumentos con que se marca o señala una cosa para diferenciarla de otras». En esas condiciones, no es claro si, para efectos penales, las placas vehiculares deben considerarse documentos públicos relacionados con medios motorizados (caso en el cual su adulteración corresponde al ámbito de la falsedad documental), o bien, si tienen la naturaleza preminente de marcas relacionadas con un sistema de identificación de medio motorizado» (en cuyo evento su alteración representa una forma de falsedad marcaría agravada). Desde luego, queda necesariamente descartada la materialización de un concurso ideal entre las falsedades documentales y la marcaría, pues unas y otra tienen sustento fáctico análogo y protegen idéntico bien jurídico, esto es, el de la fe pública, por lo cual solo pueden concurrir aparentemente». RESUMEN DE LA SENTENCIA: El proceso legal: Un ciudadano fue acusado de usar una placa falsa en una motocicleta de matrícula. Fue capturado en enero de 2015 y acusado de los delitos de uso de documentos públicos falsos y recibir bienes robados. Fue absuelta por el juez de primera instancia, pero condenado por el tribunal de segunda instancia. La apelación ante la Corte Suprema: Su abogado defensor presentó una apelación alegando una falsa sentencia de identidad por parte del tribunal. Afirmó que el tribunal ignoró un documento que mostraba que Beltrán Real comprobó la matrícula y no encontró informes de robo. Argumentó que este documento demostraba que Beltrán Real actuaba sin malicia y no sabía el origen ilícito de la motocicleta y la naturaleza falsa de la placa. Pidió al tribunal que anulara la condena y restaurara la absolución. Los argumentos de las partes: El fiscal y el ministerio público se opusieron a la apelación, diciendo que el tribunal no hizo caso omiso del documento, sino que lo evaluó junto con otras pruebas que mostraron que Beltrán Real sabía o debería haber sabido la situación ilegal del vehículo y la placa. Señalaron las inconsencias entre la placa y los números de chasis, las irregularidades de la transacción y las cualidades personales de Beltrán Real como oficial de policía. Pidieron al tribunal que confirme la condena. Las consideraciones del tribunal: El tribunal decidió corregir la calificación legal del delito, cambiándola de uso de documento público falso a marca comercial falsa, basado en el principio de especialidad. El tribunal explicó que la matrícula es un documento público, pero también una marca utilizada para identificar un vehículo, y que este último prevalece sobre el primero con fines penales. A continuación, el tribunal procedió a examinar los aspectos fácticos y probatorios del caso. Recurso de casación: El defensor de BELTRÁN REAL presentó un recurso de casación contra la sentencia de segunda instancia que lo condenó por los delitos de receptación y uso de documento público agravado. Argumentos del defensor: El defensor alegó que el Tribunal incurrió en errores de hecho y de derecho al valorar las pruebas, en especial la consulta que hizo el acusado en la base de datos de la DIJIN sobre las placas de la motocicleta hurtada, la cual no arrojó ningún reporte de ilicitud. Decisión de la Corte: La Corte Suprema de Justicia no casó la sentencia recurrida por los cargos formulados por el defensor, pues consideró que el acusado actuó con dolo al adquirir y usar la motocicleta hurtada, a pesar de las evidentes inconsistencias que presentaba el rodante y de su condición de patrullero de la Policía Nacional. La Corte sí casó parcialmente y de oficio la sentencia para variar la calificación jurídica de uno de los delitos, de uso de documento público agravado a falsedad marcaría agravada, y reajustar la pena impuesta. DESCARGAR DOCUMENTO AQUÍ }}}SP258-2020(50583){{{