SP346-2019 Corte Suprema de Justica

La honorable CORTE SUPREMA DE JUSTICIA en sentencia SP346-2019 establece que irá o intenso dolor no se configura cuando el agente con su propio relato desvirtúa la presencia de un comportamiento grave o injusto que lo condujo a realizar la conducta punible. Para la honorable corte suprema de justicia: “no toda provocación debe asumirse necesariamente caracterizada por ser grave e injusta, tampoco su existencia supone el estado de ira y menos todo estado irascible, por si solo conduce al reconocimiento de la diminuente punitiva, sino que es indispensable que cualquiera de estos estados haya tenido su origen en un comportamiento grave e injusto, dado que en el caso concreto la ira como atenuante se aceptó debido a la concurrencia de diversos errores de hecho" La honorable corte define la Ira e intenso dolor de la siguiente manera: "La ira o intenso dolor como figura atemperante de la sanción punitiva referida esencialmente a delitos atentatorios de la vida e integridad personal, recogiendo aquellas hipótesis en que el hecho se lleva a cabo en estado de emoción violenta provocada por la conducta de la víctima, esto es, cuando obedece a una condición subjetiva emocional que consecuentemente da lugar a una responsabilidad penal atenuada． Líneas más adelante, la Honorable corte precisa que: "El privilegio emocional subjetivo de esta causal paliativa exige para su reconocimiento que al momento de realización de la conducta punible se haya procedido en estado de ira o de intenso dolor determinado por un comportamiento ajeno grave e injusto. En esta figura, debe estar plenamente probada la existencia de un comportamiento con las connotaciones de grave e injusto de un tercero contra quien se reacciona emocionalmente, así como el necesario nexo de causalidad entre ese estado psíquico y ser aquella su causa, la cual por lo demás, debe tener por tanto la virtualidad de desencadenarlo. Leer documento aquí }}}SP346-2019{{{ RESUMEN DE LA SENTENCIA Demanda de casación: El apoderado de víctimas y la fiscalía presentaron una demanda de casación contra la sentencia del Tribunal Superior de Yopal, que condenó a un ciudadano por homicidio agravado y porte ilegal de armas, pero le reconoció la atenuante por ira. Hechos del caso: El 17 de julio de 2014, el ciudadano llegó al establecimiento comercial “La Canasta” y le disparó varias veces a su cuñado y propietario del lugar, causándole la muerte. Según el procesado, actuó en estado de ira provocada por los comentarios que el hacía sobre su supuesta apropiación indebida de recursos de la Junta de Acción Comunal de la vereda Platanales, a la que ambos pertenecían. Actuación procesal: La Fiscalía formuló imputación y acusación por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas. El Juzgado Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo condenó al procesado a 520 meses de prisión. El Tribunal Superior de Yopal modificó la sentencia y redujo la pena a 410 meses, al considerar que el procesado actuó en estado de ira. La defensa, el apoderado de víctimas y el delegado de la Fiscalía interpusieron recursos de casación ante la Corte Suprema de Justicia. Argumentos de los demandantes: Los demandantes acusaron al Tribunal de haber incurrido en errores de hecho por falso juicio de identidad y falso raciocinio, al valorar las pruebas testimoniales y el dictamen pericial. Alegaron que no se demostró que la víctima hubiera ofendido al procesado con un comportamiento grave e injusto que generara ira, ni que el procesado actuara bajo los efectos de una emoción violenta. Solicitaron que se casara la sentencia y se mantuviera la decisión de primera instancia. Versión del procesado: El procesado declaró que fue a dialogar con su cuñado, pero se enfureció cuando este lo llamó ladrón y le disparó varias veces. Afirmó que actuó por miedo y temor, debido a las amenazas que había recibido y una llamada telefónica anónima. Errores del Tribunal: Los demandantes acusaron al Tribunal de haber valorado mal las pruebas testimoniales y el dictamen pericial, al no tener en cuenta las contradicciones, inconsistencias e imprecisiones del relato del procesado. También señalaron que el Tribunal no explicó cómo se configuró el error invencible sobre la ofensa de la víctima, ni cómo se demostró la emoción violenta del procesado. Reajuste de la pena: La Corte Suprema de Justicia casó la sentencia del Tribunal y reajustó la pena del procesado, al eliminar la agravante por sevicia y la atenuante por ira. La pena definitiva para el procesado fue de 269 meses y 9 días de prisión, como responsable de los delitos de homicidio simple y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.