La Corte Constitucional en sentencia T130-21 protegió los derechos de una religiosa que pertenece a la comunidad de Hermanas Clarisas de un monasterio de Cali, quien profesó votos perpetuos de castidad, obediencia y pobreza, y una vida de clausura consagrada a Dios. La accionante argumentó que se vulneraron sus derechos fundamentales al mínimo vital y a la salud por negarse a cubrir el costo de una alimentación especial para diabéticos, por no consignarle una cuota mensual suficiente para cubrir la totalidad de los costos de acceso a las tecnologías y servicios en salud que requiere, y por prohibirle el uso de un celular personal. Por su parte, el Monasterio manifestó que ha garantizado en todo momento los derechos de la religiosa, pese a que la comunidad atraviesa una situación económica precaria, y se encuentra afiliada al Sistema General de Seguridad … Leer más